29 dic 2009

Entre la renuncia de Posse y el desafío del progresismo


El pasado miércoles 23 de diciembre los legisladores Gabriela Cerruti -proveniente del kirchnerismo y el telermanismo- y Gonzalo Ruanova -quien abandonó las filas de Anibal Ibarra- presentaron el bloque parlamentario Nuevo Encuentro en un acto organizado en la Librería Gandhi, que contó con la presencia del diputado Martín Sabbatella. Allí confirmaron su alineamiento con el ex intendente de Morón e hicieron un balance sobre la primera mitad del mandato de Mauricio Macri, jefe de Gobierno de la Ciudad.
Luego de escuchar a cada uno de los oradores, Sabbatella planteó que "es una etapa en la que resulta posible y necesario empezar a conformar la unidad del progresismo con absoluta autonomía de las estructuras tradicionales de la política". Por otra parte, y para remarcar el primer tema de agenda que los reunía en esa conferencia, Cerruti consideró que la renuncia del ministro de Educación, Abel Posse, es "producto de un rechazo colectivo" a las políticas de derecha de Macri y que "abre un nuevo desafío para los espacios de centroizquierda porteños".

24 dic 2009

EFEMÉRIDES POLÍTICAS: El Peronismo


9/10/1945: Juan Domingo Perón renuncia a sus cargos políticos (vicepresidente, ministro de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión) luego de sufrir presiones dentro del sector militar. Los trabajadores repudian su encarcelación en la isla Martín García y exigen su liberación. El hecho generó otro afamado evento: la multitudinaria manifestación del 17 de octubre.



24/2/1946: el gobierno de Edelmiro Farrel convoca a elecciones generales. Con el blindaje social y la soberanía nacional como banderas insignias, la fórmula Perón-Quijano obtiene el 56 por ciento de los votos y vence a la Unión Democrática, integrada por socialistas y conservadores. El 6 de mayo asume la presidencia, inaugurándose un modelo político que ha llegado hasta nuestros días.



23/9/1947: el Congreso sanciona la Ley 13.010 por la cual se establece el voto femenino. Bajo la conducción de la primera dama, María Eva Duarte, se crea además el Partido Peronista Femenino que abre el espectro político del movimiento de masas e incorpora a un nuevo actor social: la mujer.



11/3/1949: es modificada la Constitución nacional. Se incorporan la reelección y la elección directa de las autoridades nacionales, y aparecen los derechos laborales (no se incluye el de huelga) y el control estatal de los servicios públicos y recursos naturales. En los años posteriores, esta reforma será derogada por los gobiernos de factos.



28/9/1951: un sector del Ejército encabezado por el general Benjamín Menéndez lleva adelante un fallido golpe de Estado contra el gobierno en la provincia de Córdoba. A partir de allí el peronismo muestra su faceta más dura: declara el estado de guerra interna, suprime las garantías constitucionales e interviene los medios de comunicación (cierra periódicos y crea Canal 7, cuya primera imagen fue una foto de "Evita").


16/9/1955:
a pesar de sofocar la subversión tramada por algunos sectores militares y grupos civiles, se produce el golpe definitivo contra Perón pergeñado por los generales Eduardo Lonardi, Pedro Aramburu e Isaac Rojas.



Con el bombardeo a la Plaza de Mayo producido el 16 de junio y la denominada Revolución Libertadora se inicia la intervención activa de las Fuerzas Armadas en la política nacional. Esta culminará recién en los años 90, luego de numerosos crímenes y violaciones a los derechos humanos.



20/7/1973:
el General regresa al país luego de 18 años de exilio pero gran influencia en el ámbito local. Se vuelva decididamente hacia el ala derecha del partido en contraposición a los sectores de izquierda, encabezados por la organización guerrillera Montoneros.



Su tercer mandato estuvo marcado por la violencia; su muerte, producida el 1 de julio de 1974; y por un estado acéfalo que cae en crisis tras la asunción de su esposa Isabel Martínez.



Esto minaría el terreno para una nueva acción militar, la más sangrienta que haya conocido nuestro país en toda su historia: el Proceso de Reorganización Nacional iniciado en marzo de 1976.



20 dic 2009

Las apariencias engañan


El nuevo encargado para América latina del Departamento de Estado, Arturo Valenzuela, desembarcó a comienzos de semana en Ezeiza y su visita dejó un sabor amargo en los paladares de todos aquellos que creyeron que la asunción de Barack Obama significaría un cambio significativo en la política del país del Norte hacia "el patio trasero". La inspección golondrina del funcionario demócrata a nuestro país también hizo recordar a la sabia frase del gaucho Martín Fierro que bien aconseja: "Si entre hermanos se pelean, los devoran los de afuera".

Haciendo un paralelismo inoportuno entre la moraleja de la creación del escritor José Hernández y el panorama local, Valenzuela se reunió con tres posibles candidatos de la oposición de cara al 2011: el vicepresidente Julio Cobos, que -paradójicamente- es el primero en la línea sucesoria de la jefa de Estado, Cristina Fernández, y el más fuerte -aunque inepto- candidato del partido radical; el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y el diputado por Unión-PRO y empresario de medios Francisco De Narváez. Lo que significó un flaco favor a la institucionalidad de la gestión actual.

Como si fuera poco, brindó una conferencia de prensa donde hizo alusión a la preocupación de los empresarios estadounidenses por la "inseguridad jurídica" que acusaron existe en el sector. La frutilla del postre la dio, sin embargo, cuando reveló que sus compatriotas en la Argentina tienen nostalgia por 1996, el año de oro del menemismo y el neoliberalismo, la fiesta más cara de los ricos locales que llevó a una de las resacas más desastrosas de nuestra historia: la crisis del 2001-2002.

¿Realmente existe un faltante de seguridad jurídica en nuestro país? Si repasamos la argumentación de Valenzuela desde el 2006 a la actualidad para sostener este concepto, la respuesta es un rotundo "no". La desconfianza y la inseguridad jurídica no dependen de lo que haga o deje de hacer este Gobierno. El palo en la rueda es "este" Gobierno, como otros de la región, a los que el propio funcionario calificó como "una aberración de la democracia". Fue el término con el que, en un reportaje realizado por el diario La Nación, se refirió al mandato del presidente boliviano de raíces indígenas Evo Morales.

"Hay una tendencia a pensar que la democracia es de las mayorías", declaró en septiembre de 2006 hablando de Latinoamérica y los gobiernos con liderazgos fuertes, que en los Estados Unidos consideran "populistas". Aquí está el foco del asunto. Valenzuela y los suyos conciben a la democracia como una forma de gobierno para algunos en desmedro del resto -o sea, el pueblo-, y la negación de su existencia no es más que otra cosa que ocultar las tensiones de una sociedad que está en pleno proceso de cambio, en búsqueda de redistribuir la riqueza o por lo menos el ingreso. Es, por sobre todas las cosas, la eterna argumentación que siempre surge a la hora de defender el status quo vigente.

Lo cierto es que el decepcionante paso del diplomático estadounidense por el país se suma a la larga lista de señales ambiguas dadas por Obama: condenó el golpe en Honduras, pero apoyó las elecciones y cerró un acuerdo con Colombia para instalar sus militares en siete bases en el corazón sudamericano. Además, no logró cerrar Guantánamo y está permitiendo que el vice de Paraguay, Federico Franco, encabece la avanzada golpista contra su ex compañero de fórmula y actual primer mandatario Fernando Lugo. Si este es el camino que va a tomar el primer presidente negro que desembarca en la Casa Blanca, no me quedan dudas, las apariencias engañan. Y mucho.

16 dic 2009

COLUMNA DEBATE: ¿Crisis de valores o valores en crisis?


¡Atención radioescuchas de El despertador!: el compañero Cristian D' Amico se fue de viaje a las Islas Caimán (mentira, decidió tomarse un finde de relax en una isla del Delta -"bien de burgués", como acostumbra a decir él-) y nos dejó esta columna para que reflexionemos:

14 dic 2009

Raimundi: "Es mejor juntarse en función de contenidos y no porque no nos gusta el kirchnerismo"

Después de la batalla legislativa que terminó con un sector de la centroizquierda consensuando con la CC, la UCR y el PJ disidente por puestos estatégicos en las comisiones de la Cámara baja, el ahora ex diputado destaca la necesidad de mantener la autonomía del pensamiento y ser coherentes a la hora de definir un proyecto progresista.

Carlos Raimundi asegura que en la elección de las nuevas autoridades parlamentarias no se respetó el principio de gobernabilidad.

Si el nuevo período legislativo se reanudara hoy, los dos representantes del partido Solidaridad e Igualdad (SI) que quedaron en el Congreso, Eduardo Macaluse y Verónica Benas, se verían obligados a apoyar todas las iniciativas de la oposición "más destructiva". Ese acuerdo también incluyó a varios diputados progresistas que podrían haber integrado un bloque que marcaría la agenda pero que finalmente se constituyó con algunos sectores de centroizquierda conducidos por Martín Sabbatella, Ariel Basteiro y Carlos Heller; y que próximamente podría sumar a la titular del partido Concertación Plural, Silvia Vásquez, y al mismísimo Carlos Raimundi. En diálogo con El despertador, el ex diputado por el bloque SI remarcó que el acuerdo de Pino Solanas con el arco antikirchnerista "no es neutro" y reclamó "recitar a la política en el campo de las convicciones y no en el ámbito de la conveniencia, la farándula o el dinero". En ese marco, Raimundi explica que se debe rever el papel de la oposición y considera que el progresismo necesita "encontrar un lenguaje más amplio para interpelar a los sectores medios e independientes sin ceder ningún valor ideológico".

-Ahora que dejó de ser diputado, ¿cómo se sigue trabajando en la política?
-No es necesario tener una banca para contribuir al engrandecimiento del espacio progresista y estabilizarlo. Siempre con un sentido de unidad, de no repetir errores y no caer en la hoguera de las banalidades en las que siempre ha caído la izquierda.

-Hablando de errores. Hay varios sectores que tomaron como una traición el pacto del bloque encabezado por Pino con los partidos de derecha...
-Yo no lo planteo en términos agresivos ni chicaneros. Sí lo planteo en que no es gratuito ni neutro políticamente conseguir este tipo de alianzas. Por eso digo que siempre es mejor juntarse en términos de contenidos y no exclusivamente formar mayorías por conveniencia o poniendo como eje que lo único que tenemos en común es que no nos gusta el kirchnerismo. Porque entonces todos los que estamos en contra del ex presidente estamos juntos y no es así porque no formamos parte de algo homogéneo. Es un problema que vamos a tratar de ir superando en pos de la unidad del espacio pero surgió porque existieron estas dos miradas.

-¿Qué tan importante es hoy hacer valer la unidad partidaria y la autonomía de pensamiento en el Congreso?
-Es algo fundamental. Yo esto lo asocio a recitar la política en el campo de las convicciones y no en el campo de la farándula o el dinero. Venimos de una campaña electoral donde para poder ser conocido había que financiar acciones publicitarias fastuosas, tener aparatos gigantescos o aparecer en los programas humorísticos. Eso aleja a la política de su propia naturaleza: el terreno de las ideas. Por eso, en estos tiempos, a la unidad y a la autonomía yo las veo como un valor en sí mismo.

-¿Qué le puede decir entonces a sus colegas Macaluse y Benas?
-Esto es producto de una mirada profundamente antikirchnerista que tienen estos compañeros. Si a mí me dicen que en el área de (Julio) De Vido y de Ricardo Jaime hay o había corrupción no me quedan dudas. Incluso creo que la valija de Antonini (Wilson) existió y que fue para financiar la campaña. Pero eso no me puede nublar dos cosas: primero que hay otras líneas del gobierno que apoyo, como la recuperación de Aerolíneas o la Ley de Medios, y segundo que con los sectores de derecha tengo muchas más diferencias. Es decir, aquello no me puede nublar esto.

-¿En algún momento el radicalismo, la Coalición y el peronismo anti-K van a dejar de constituir el "Frente del Rechazo"?
-Hay que dar una batalla cultural muy fuerte sobre el rol de la oposición. El odio de clase y el gorilismo parecían cosas desterradas de nuestra sociedad pero nos dimos cuenta de que sólo estaban dormidas. Hoy, los medios obligan a los argentinos a obedecer su contraofensiva y algunos de ellos han dejado de ser actores de la comunicación para convertirse en protagonistas de la economía y la política. Toda esta intoxicación mediática genera posiciones en las clases medias hacia las cuales hay que darse una política porque no se puede seguir rifando bloque social para sostener un gobierno y un país.

-¿Ese es el objetivo principal de la centroizquierda?
-Exacto. El progresismo junto con algunos sectores del Frente para la Victoria y el socialismo debe interpelar, sin ceder ningún valor ideológico, el sentido común de la sociedad con un lenguaje coherente y mucho más amplio, y así atraer a los sectores medios e independientes. Eso nos va a llevar a salir de la lógica amigo-enemigo que utilizan los partidos tradicionales y a tratar de demostrarle a la sociedad la actitud distinta que está reclamando.

-¿Quedó conforme con la designación de las nuevas autoridades parlamentarias?
-No, lo que había que hacer era combinar dos cosas producto del más simple sentido común: el hecho de que el 28 de junio hubo un sector mayoritario de la sociedad que no votó al gobierno con otro principio que es el de la gobernabilidad. El oficialismo ganó legítimamente las elecciones en el 2007 con media composición de la Cámara. Eso también tendría que haberse visto reflejado para no caer en el despropósito y en la gravísima afrenta institucional en la que está el vicepresidente (Julio) Cobos, que es el primero en la línea sucesoria de la Presidenta y al mismo tiempo el más fuerte candidato de la oposición.

9 dic 2009

Libres de culpa


"A río revuelto, ganancia de pescadores", dice el refrán de origen popular que alude a los que medran aprovechando el desorden y puede funcionar como una frase sinónimo de lo que sucede hoy en el Congreso de la Nación. Es que a sólo a una semana del recambio legislativo oficial, varios diputados electos sorprendieron a sus votantes y fuerzas aliadas con la decisión de consensuar con los partidos de derecha a cambio de obtener puestos estratégicos en las comisiones de la Cámara baja. Si bien algunos medios de comunicación calificaron este movimiento como una previsible consecuencia del embate kirchnerista, otros hablaron de ingenuidad por parte de la centroizquierda al apoyarse en la oposición más recalcitrante y resignar sus propias convicciones.

Para indignación de muchos y sonrisa de pocos, el jueves pasado todo el arco opositor -incluido el interbloque de once legisladores representantes de los partidos Proyecto Sur, Solidaridad e Igualdad (SI), Libres del Sur (LdS) y Diálogo por Buenos Aires (DpBA)- articuló en conjunto para torcerle la mano al oficialismo y quitarle la iniciativa en la distribución de autoridades parlamentarias. De esta manera se pudo ver por televisión a destacadas figuras sacándose fotos, compartiendo bisbiseos y manifestando la algarabía de quienes creen haberse quitado de encima una pesada carga, como Fernando "Pino" Solanas, Elisa Carrió, Gerardo Morales, Felipe Solá y Francisco De Narváez.

Pero, ¿significó esta alianza cómplice el comienzo del fin del gobierno en gestión? Ha quedado más que demostrada la capacidad del kirchnerismo para recuperarse de traspiés mucho más graves y dolorosos (como el voto no positivo de la Resolución 125 y la derrota en las elecciones del 28 de junio); y, por sobre todas las cosas, se sabe que quienes hoy se hermanan en post de ambiciones de poder mañana no tendrán ni el mínimo punto de contacto en su ideología política. Esto no significa que los diputados Néstor Kirchner y Agustín Rossi y el propio jefe de la Cámara, Eduardo Fellner (Frente para la Victoria -FPV-), no deban prestarle atención a lo sucedido. Las comisiones legislativas permanentes son el primer paso administrativo que debe atravesar un proyecto para luego ser convertido en ley y la oposición selló un acuerdo que dejó al oficialismo en minoría en todas ellas. Además, la vicepresidencia primera quedó en manos del radical Ricardo Alfonsín.

Las reglas del juego ya estaban establecidas y todo el progresismo parecía estar dispuesto a cumplir la función de árbitro entre los dos bandos. Pero la decisión de un sector modificó radicalmente el panorama: originó la segmentación interna del espacio; le dio la posibilidad a la UCR, la CC y el PJ disidente de condicionar al gobierno a cada paso, y ayudó a legitimar la clasificación de la lilita Patricia Bullrich, quién dividió a la composición de cada comisión en dos espacios: el "A" de todo el bloque opositor, y el "B", que denominó "otros", en los que incluyó al oficialismo y los bloques cercanos al kirchnerismo que no aprobaron el pacto opositor. Así las cosas, a partir de la renovación de mañana el primer bando contará con el apoyo de "Pino" Solanas y Claudio Lozano (Proyecto Sur), Eduardo Macaluse y Verónica Benas (SI), Miguel Bonasso (DpBA), Graciela Iturraspe (ATE), Cecilia Merchán y Victoria Donda (LdS), entre otros. Por otro lado, Martín Sabbatella (EDE), Vilma Ibarra (Encuentro Popular y Social), Carlos Heller (Frente Justicialista para la Victoria) y los socialistas Jorge Rivas y Ariel Basteiro fueron quienes entendieron que "cuando se gana con la derecha, gana la derecha" y de ahora en más trabajarán en conjunto libres de culpa.

Queda claro entonces que el Congreso ya se cobró a su primera víctima: la unidad de la centroizquierda. Quizás eso se deba a que la democracia plena, aquella donde prevalecen la coherencia y la autonomía de las ideas para honrar la expresión popular de los comicios, es la gran utopía de nuestros tiempos. Y de más está decir que, a pesar de que hayamos cumplido 26 años bajo esta forma de gobierno, la política local se encuentra a años luz de ese anhelo.

8 dic 2009

Una boda y un par de funerales

Rita Hester, asesinada el 28 de noviembre en Estados Unidos.

Con mis 20 años todo lo que siempre tengo en el tintero es la sensación de que muy de a poco estamos construyendo ese mundo equitativo para todos y todas (y créanme que ese optimismo siempre me desorienta un poco).

Basta con prestar atención a los medios de comunicación para darme cuenta de que el camino es largo y que la lucha tiene muchos frentes. Apoyo el casamiento entre personas del mismo sexo, soy de los que piensan que todos tenemos que gozar de los mismos derechos y festejo los logros, pero también creo que no alcanza mientras tengamos a nuestras chicas trans viviendo en condiciones de marginalidad, la violencia siga estando naturalizada en todas sus versiones y se siga criminalizando a los sectores más vulnerables. Sinceramente el festejar se me vuelve incómodo o mejor dicho contradictorio.

Por un lado estamos por "celebrar" el Primer Casamiento Gay en América latina, y ojalá que los diputados radicales y del Frente para la Victoria (FPV) reflexionen para que en estos días se llegue al quórum y se pueda discutir y reformular la Ley del Matrimonio en el recinto legislativo, pero por otro lado tenemos a compañeras que por no tener acceso a los servicios de salud, por no tener una vivienda digna, por estar totalmente expuestas a situaciones de riesgo, se mueren diariamente y acá se termina la situación de festejo.

El 28 de noviembre fue el Día de la Remembranza Trans y como leí en una nota de la compañera Diana Sacayán, coordinadora del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL), "no se puede decir que sea un día que se celebre sino que es simplemente el Día Mundial de la Memoria sobre lo que no tiene que seguir pasando pero pasa. La fecha fue elegida para recordar a Rita Hester, asesinada en 1998 en Boston, y a todas las personas trans que año a año corren la misma suerte". Por mi parte acompaño estas palabras y sostengo que no vamos a olvidar, que la memoria y la lucha van de la mano en este camino.

Esperemos que un futuro cercano, todas y todos podamos hablar de una sociedad inclusiva, de una sociedad donde, entre otras cosas, no se estigmatice la diferencia y en donde todos y todas gocemos de los mismos derechos.

COLUMNA DEBATE: Aumento del gasto público, ¿igualdad de derechos?


Para seguir profundizando en la cuestión social a la que hicimos referencia la semana pasada, y para seguir pensando en donde estamos parados a la hora de entender la situación del ciudadano bonaerense, tenemos que remitirnos a los números que arroja la Contaduría General de la Provincia de Buenos Aires y otros organismos privados. Cifras que quizás resulten aburridas a primera vista pero que son de gran valor a la hora de clarificar las cuestiones discutidas. O quizás nos ayuden a emitir una opinión más acertada, o al menos un poco más crítica y profunda sobre esta cuestión:

-Nuestra provincia cuenta actualmente con una población de 15.052.177 de personas.

-Tenemos 4.611.000 personas sin cloacas y 3.121.000 sin red de agua corriente.

-La mortalidad infantil se elevó del 12.6 % al 13.6 % durante este último año.

-La desocupación, según el INDEC, es del 8.7 % y las fuentes privadas muestran un 12.3 %. Entonces, ¿cuál es la política de trabajo que se plantea el Ejecutivo provincial a la hora de crear fuentes de trabajo que posibiliten una pronta reducción de la pobreza en el Conurbano?

-El índice de pobreza es de un 36 %. Y el de indigencia 11 %. Esto muestra a las claras que este sector social tiene vulnerados los derechos más imprescindibles.

-Menores de 18 años bajo el nivel de pobreza 24.4 %.

-Contamos con una fuerza policial de 51.175 mil efectivos, que si los dividimos por la cantidad de habitantes obtenemos el siguiente resultado: 1 policía cada 290 personas.

-El consumo de cocaína es de alrededor de 6 toneladas por año. Y se dice que este es el factor que produce mayor inseguridad...

-La edad promedio de los detenidos por distintos delitos es de 22.1 años. Lo que muestra claramente que los menores no son los culpables de toda la inseguridad.

-Otro dato no menos importante es el siguiente: la cantidad de detenidos en cárceles es de 24.201 mil personas y el número de plazas para alojar a estos es de 22 mil. El artículo 18 de la Constitución Nacional dice claramente que las cárceles deben servir para seguridad del reo y no para el castigo, deben ser sanas y limpias. Queda claro entonces que no se cumple con esta garantía constitucional.

-Los procesados sin condena firme llegan a un 83 %.

-El crecimiento de robos de automotores con respecto al período 2008-2009 es de un 34 %.

-La cantidad de camas en hospitales provinciales o municipales es de 25.597 mil. Si nos tomamos el trabajo de dividir la cantidad de pobres e indigentes por la cantidad de camas que hay en la provincia nos asustamos por el resultado: una cama cada 176 personas. Si esta cifra no demuestra la vulneración del derecho a una asistencia sanitaria adecuada, que alguien me dé una respuesta que demuestre lo contrario.

Analizando estas cifras, ¿podemos decir que el Gobierno provincial no hace nada para mejorar esta situación? Permítanme decirles que sí, hace algo, aumenta cada año el presupuesto de la provincia.

-En el 2008 el presupuesto fue de 45.798 millones. En el 2009, 56.000 millones. Y para el 2010 será de 65.860.260.163 millones de pesos.

Vemos que anualmente hay un aumento considerable del gasto público (gasto que pagamos todos). Pero, ¿cómo es posible que año a año aumente tanto dicho gasto y no bajen significativamente los índices tan negativos a los cuales ya hicimos referencia?

Según los números que surgen de la Ley 14.062, por la cual se gastarán poco más de 65 mil millones, el próximo año deberíamos estar mucho mejor. ¿Será así? Hasta ahora se ve todo lo contrario. El endeudamiento público será para el año que viene de alrededor de 10.694.116.531 millones. Así lo autorizan los artículos 38 al 53 de la Ley Presupuestaria.

No será hora de gastar menos, o mejor. ¿Será que de una vez por todas hay que administrar como es debido y con responsabilidad y coherencia? O quizás debería el Gobierno gravar con impuestos otras actividades, como la minería, el juego, las riquezas y otros rubros que no sufrirían tanto. Pero no se hace. Lo que sí se hace es aumentar el gasto público. Entonces el que siempre padece y sufre sin posibilidad de defensa es el pueblo más empobrecido. Basta de gastar más, es hora de equilibrar la balanza e imponer la igualdad social.