27 ene 2010

La otra tragedia


El terremoto de 7 grados en la escala de Richter ocurrido en Haití provocó que la desafortunada desgracia apareciera en la portada de todos los diarios del mundo -quienes reflejaron oportunamente la noticia debido al catastrófico saldo que dejó el fenómeno natural- y se desatara una ola de pedidos de ayuda humanitaria a un nivel nunca antes visto. Aunque muchas de las organizaciones de salud y misiones internacionales que aterrizaron en el aeropuerto de Puerto Príncipe, como la enviada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para la "estabilización" del territorio, se han olvidado a lo largo de todos estos años de la otra tragedia diaria que se vive en el país occidental de la Isla Española: la monstruosa propagación del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) entre sus habitantes mujeres.

Es claro que el apoyo de los "países amigos" -que no son otra cosa que las grandes potencias mundiales- a través de donaciones de dinero, contratación de mano de obra local bien remunerada, distribución de agua potable y viveres, y envío tanto de personal médico como de asistencia militar servicial, es vital para que los haitianos puedan tomar las riendas del destino de su propia nación. De lo contrario, la misma población civil se exterminaría con tal de sobrevivir y por ende la República caribeña dejaría de existir.

De hecho, lo que se cuestiona no es la necesidad de construir un nuevo país en un corto plazo, como pidió el primer ministro Jean Max Bellerive en Canadá, sino que el borrón y cuenta nueva propuesto por las autoridades políticas tenga en cuenta también la problemática sanitaria que afecta a 120 mil infectados con el virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH, por sus siglas en inglés) sobre 10 millones de habitantes.

Hasta aquí todo parece ser historia repetida en el salvaje sistema capitalista en que vivimos pero un reporte global difundido recientemente por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) informa sobre la feminización de la epidemia. Según el estudio, se calcula que el 60 por ciento de los portadores de la enfermedad infectocontagiosa que viven en Haití son mujeres. Mientras que en el extremo oriente de la isla, es decir República Dominicana, las estadísticas son menores pero no dejan de ser alarmantes, ya que 60 mil de los dominicanos son seropositivos y las infectadas llegan al 51 por ciento de ese total. La situación empeora aún más en la zona fronteriza que separa a las ex colonias francesa y española.

Especialistas en políticas de género como Myrna Flores Chian, coordinadora del Programa Género y Derechos de la ONG dominicana Profamilia, coinciden en que la feminización del SIDA en el Caribe insular, pero mayormente en Haití, se debe a la violencia de género de manera directa a través de la violencia sexual, y de manera indirecta por la incapacidad de las mujeres para negociar el uso de preservativos o las condiciones bajo las cuales tienen relaciones. Sobre todo cuando las víctimas de discriminación social y/o abusos tienen cuatro veces más posibilidades de padecer una infección de VIH que las mujeres que no sufren maltratos, según una investigación publicada por la ONG estadounidense Development Connections (DVCN).

Quizás para ganarse un lugar en el cielo, quizás para condicionar económicamente hasta la eternidad al país más pobre de América, el lunes 25 de enero representantes de los países del Primer Mundo se reunieron en Montreal para fijar un horizonte de diez años dentro de los cuales se deberá hacer lo posible para rescatar a Haití del pozo del olvido. Aunque no se habló de cifras, uno de ellos, el canciller brasileño Celso Amorim, adelantó una contribución inmediata de 230 millones de dólares para atender la emergencia. Iniciativa que fue acompañada por una medida "solidaria" de la ONU, que contrató a unos 500 mil haitianos para la remoción de escombros a razón de cinco dólares diarios y prevé contratar a otros 20 mil en su búsqueda empecinada de cadáveres.

Sin embargo, por ahora nadie habla de tratamientos antirretrovirales ni anuncia el verdaderamente necesario envío de medicamentos para reducir la cifra de seropositivos. Es más, desde la caída de Jean Bertrand Aristide a pesar de la revuelta popular de 2004 y a más de cinco años del despliegue de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH), la situación sanitaria apenas ha mejorado. Todavía hay mucho por hacer: esa es la sensación que queda cuando los sobrevivientes cuasi zombies miran a cámara con cara de siempre- estuvimos-así, la única diferencia es que ahora hubo un terremoto.

11 ene 2010

Institucionalidad e Independencia


Si cualquier adivino del medio local se hubiera vestido de Manosanta para vaticinar que el país llegaría de cara al 2010 con un panorama económico propicio, hoy sería el invitado más buscado por los programas de humor y sobre todo por el espacio que conduce Anabela Ascar en "el canal de las noticias", allí donde desfilan personajes de diferentes rubros con capacidades grotescas -por momentos fingidas e inverosímiles-, dispuestos a hacer y decir lo que sea con tal de llegar a la fama. Lo cierto es que el Año del Bicentenario ya comenzó a rodar y ahora nadie puede predecir, ante los resultados concretos, que el Gobierno nacional haría bien los deberes en materia financiera. Contra todos los pronósticos apocalípticos de los gurúes de la city, mantuvo la cotización de un dolar a 3,83 pesos; consiguió que el superávit comercial (es decir, el excedente de billete verde en la relación exportación/importación) terminara por encima de los 18 mil millones de dólares, monto que se constituirá en récord histórico, y, un dato no menor, logró en tan sólo doce meses que las reservas del Banco Central superaran los 48 mil millones. Todo esto posibilitó que la presidenta Cristina Fernández comenzara a pensar en la creación de un fondo -a través de un decreto de necesidad y urgencia- para demostrarles a los organismos internacionales que existe voluntad de pagar la deuda. La negativa de Hernán Martín Pérez Redrado en aplicar esta estrategia sobrevino en un segundo DNU que lo removió de su cargo como titular de la entidad monetaria y en una feroz reacción de la oposición, que se abroqueló alrededor de su figura y le pidió que se atrincherara en su cargo como sucedió con Julio Cleto Cobos. Pasando la actualidad en limpio, aquello que comenzó siendo un necesario debate sobre la utilización o no de las reservas se convirtió en un mero enfrentamiento político, entre quienes están sufriendo las consecuencias de sus alianzas equívocas y aquellos políticos oportunistas que toman decisiones mal llamadas democráticas para presentarse como alternativas a lo que ya pertenecen.

El Fondo del Bicentenario representa el 40 por ciento del monto recaudado y tiene como principal objetivo el servicio de la deuda pública. Significa que en el momento de efectuar pagos, el Tesoro podrá utilizar ese dinero en vez de adquirir las divisas necesarias en el momento de su vencimiento. Este guiño enviado a los acreedores y a los mercados financieros interno y externo, permitirá disminuir la percepción del riesgo país, con el consiguiente incremento del valor de los títulos públicos y rebaja de las tasas de interés. Sin embargo, la presentación de esta medida económica irritó a varios miembros vitalicios del Frente del Rechazo -con la participación especial del mismísimo director del BCRA- que se niegan a usar las reservas a pesar de que en el pasado fueron partidarios de este método. ¿Es que para ellos los especuladores pueden acceder a estos recursos cuando se trata de fugar capitales, pero no la Tesorería de la Nación para "garantizar" el pago de compromisos asumidos ilegalmente desde hace décadas para endeudar al país?

Quienes se mostraron dispuestos a todo para que nadie le meta la mano a lo que llaman "el dinero de los argentinos" fueron dos radicales, Ernesto Sanz y Gerardo Morales, aunque poco tuvieran que ver con dar el ejemplo cuando fueron gobierno. Precisamente cuando el senador jujeño fue nombrado como secretario de Desarrollo Social de Fernando De la Rúa y este se hundió en sus ineptitudes, las reservas acumuladas apenas alcanzaban los 8 mil millones de dólares, mientras que ahora esa cifra se multiplica por seis. Sin la necesidad de tener que ir más lejos en el tiempo, fue el mismo Redrado que hoy aparece en todos los noticieros quien estuvo de acuerdo con el decreto aprobado en 2005 por el Congreso para saldar lo adeudado al FMI con plata del Tesoro.

Menciono este dato porque resulta lamentable que el ex editor-responsable de la revista Base Cero, que defendía la economía represiva de la dictadura con comunicadores como Bernardo Neustadt en la década del 70, se haya negado a renunciar a la presidencia del Central y forzara al gobierno a tener que destituirlo. Pero más vergonzoso aún es para los argentinos que la cabeza de esa institución recoleta se mantenga en funciones gracias a la complicidad del "Partido Judicial" al que responde la jueza María José Sarmiento, que en tiempo récord aceptó dos medidas cautelares contra los decretos presidenciales que crearon el Fondo del Bicentenario y removieron a Redrado de su atrincheramiento en el despacho de Reconquista 266.

Vemos una vez más que el kirchnerismo está pagando las consecuencias de haber abierto el abanico hacia una dirección incorrecta, tanto política como económica, y que los representantes de esos sectores desean apropiarse de un proyecto colectivo -nacional y popular- para reducirlo a una aspiración personal. Tal es así que la Presidenta está lidiando desde la resolución 125 con el único vice desestabilizador que tuvo la democracia, porque traicionó al oficialismo con el voto "no positivo" y ahora se plantea como alternativa en pleno ejercicio de su cargo. Mientras que el director del Central no se queda atrás: tiene la meta de culminar su mandato de seis años en septiembre, para convertirse en el único que lo cumplió desde la restauración de 1983, y pretende mostrarse ante la sociedad como un eventual próximo ministro de Economía con la ayuda del Grupo Clarín (no por nada, días antes de que estallara el conflicto con los Kirchner, Redrado se reunió con el CEO del multimedio, Héctor Magnetto, en su oficina).

Lo indiscutible es que en una organización de gobierno los funcionarios que no están de acuerdo con las políticas en carpeta y/o llevadas a cabo se enfrentan a una única opción: renunciar. De lo contrario, sus objetivos individuales terminan violentando los conceptos democráticos que tanto pregonan, como las declamadas "institucionalidad" e "independencia". Todo este enfrentamiento -primero económico y ahora político- me hizo pensar si De la Rúa tiene el perfil indicado para participar de la mesa de entrevistados extravagantes de Anabela. Digo, por la cantidad de patrañas que prometió cuando fue presidente y por el País de las Maravillas en el que creyó vivir mientras ejércitos de hambrientos invadían las ciudades desde las periferias en busca de comida. ¿Vamos a permitir que otro copie su desastrosa y caótica gestión al frente del gobierno y sólo sea recordado por su escapatoria en helicóptero de la terraza de la Casa Rosada?

4 ene 2010

Otros modelos de familia


El pasado lunes 28 de diciembre la pareja de hombres que no logró casarse en Buenos Aires, pese a la orden judicial que se los permitía, pudo hacerlo en Tierra del Fuego gracias a la firma de la gobernadora Fabiana Ríos. El decreto aprobado reconoce el fallo de la jueza porteña Gabriela Seijas e invoca "la normativa vigente en materia de derechos humanos, garantizando el derecho a la igualdad de los recurrentes".

Luego de la unión de Alex Freyre y José María Di Bello comenzaron a aparecer las voces que se oponen a este tipo de matrimonios. Dos obispos, uno de Río Gallegos y otro de Tucumán, expresaron su descontento por la celebración del primer casamiento civil entre personas del mismo sexo en América latina sosteniendo que "nuestros niños no pueden crecer con la idea de que la conducta homosexual es algo natural".

Esgrimiendo una línea argumental muy similar, la Facultad de Derecho de la UCA consideró en un comunicado del primer día del año que la unión gay es "nula de nulidad absoluta" y criticó a la gobernadora Ríos por autorizarlo. Además la institución universitaria sostuvo que "es una clara violación de las más elementales normas y principios constitucionales vigentes en nuestro país".

Es evidente que estas posturas tratan de reivindicar el modelo de familia estereotipado y heteronormativo, y le prohiben a una gran parte de los ciudadanos argentinos la igualdad social, ya que existen familias que no entran dentro de "lo establecido" pero que existen y, sobre todo, perduran en el tiempo. Retomando las palabras de María Rachid, presidenta de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales, pareciera que "históricamente la Iglesia y los grupos eclesiásticos se han equivocado en temas de derechos humanos y luego han salido a pedir perdón. Quizá dentro de 500 años nos lo pidan a nosotros".

Espero que en poco tiempo esta mirada antiquísima, terca y enseguecida se revierta, y todos gocemos de nuestros derechos en los diferentes planos de nuestra vida, sobre todo el sexual. Poder admitir este conservadurismo erróneo y darle vía libre a otros modelos de familia sería un gran paso en el camino hacia esa igualdad social que la Iglesia siempre reclama.

¡Ah me olvidaba! El despertador felicita al ex diputado Claudio Morgado por asumir al frente del INADI. Estamos muy contentos con su designación.

3 ene 2010

El momento indicado para dar vuelta la página


Abel Posse y Diego Guelar, ex diplomáticos de la dictadura que ahora reclaman amnistía.

Las sociedades del siglo XXI presentan lo que se llama la "conciencia colectiva", una especie de sentido común que se construye en base a los distintos discursos de los sectores que la componen y que se enriquece de disertaciones pero también de diatribas sobre hechos que marcaron su pasado. La mención viene al caso porque para que este concepto se desarrolle en plenitud todos los ciudadanos deben poder procesar su historia y comprenderla para no volver a cometer errores.

En los últimos meses del 2009 dos funcionarios macristas, Abel Posse y Diego Guelar, pidieron "saldar el pasado trágico" y una "gran amnistía nacional" para ex represores, sobre los que se cometió "un exceso de justicia". Si bien algún argentino desinteresado por los derechos humanos podría llegar a estar de acuerdo con esta idea, el debate sobre lo sucedido durante la década del 70 en nuestro país debería cerrarse cuando todos los cabos sean atados. De lo contrario, lo que estaríamos haciendo es bloquear un problema sin sanarlo o escondiendo la mugre debajo de la alfombra, por decirlo de una manera más experimental.

No resultó para nada extraño que algunos políticos de derecha comenzaran a enarbolar un discurso de olvido y perdón -discurso implantado por el menemismo con sus indultos a los militares-, pero también es bueno saber qué desempeño tuvieron ellos durante esa época que pretender borrar. Abel Posse, ex ministro de Educación que marcó un record en la Capital (ejerció sólo 12 días su mandato), fue designado en el Consulado de Venecia por la dictadura de Agustín Lanusse y en 1976 consiguió ser confirmado en el cargo; mientras que Diego Guelar, secretario de Relaciones Internacionales del PRO, es -nada más y nada menos que- el hermano de Guido, titular del Banco del Oeste en los años del proceso y partícipe de la bicicleta financiera que defraudó a ahorristas y al Estado impunemente con la "tablita" de Alfredo Martínez de Hoz.

Por ello, cuando una sociedad atraviesa un período traumático, sangriento y desgarrador como lo fue la última dictadura militar vivida en la Argentina, necesita metabolizarlo y buscar la forma de recomponer ese tejido social a través de la justicia y la memoria. Recién ahí se podrá dar vuelta la página y pasar a otro capítulo de la historia. A lo que hay que estar atento es si verdaderamente ese reclamo le pertenece a la sociedad toda o si nos encontramos frente a la iniciativa de un sector minoritario que cree ser la voz del discurso colectivo y le conviene que todo quede atrás. ¿Y todo esto para qué? Para que los argentinos repitamos hasta el cansancio el mensaje del "Nunca Más" a los otros y a nosotros mismos y quede resonando en nuestra "conciencia colectiva".